Psicología Infanto- juvenil
A menudo, los problemas psicológicos que nos afectan en la edad adulta, tienen su inicio en la infancia y/o en la adolescencia.
Durante este periodo, se van formando la autoestima, las habilidades sociales, las creencias acerca de nosotros mismos, de los demás y del mundo, los miedos, etc, que tendrán sus consecuencias tanto positivas como negativas a lo largo de todas las etapas de la vida.
Por eso, es importante observar el comportamiento de los niños y adolescentes con el fin de saber si están creciendo psicológicamente sanos para, en caso contrario, proporcionarles la ayuda profesional que les guiará hacia un desarrollo de las habilidades sociales y herramientas emocionales, necesarias para su bienestar a lo largo de su crecimiento.
EL PROCESO TERAPÉUTICO
Durante las sesiones, se evalúa y trata el problema utilizando una serie de técnicas dirigidas a la eliminación de los síntomas, y mediante el aprendizaje de estrategias que ayudarán, al niño o al adolescente, no sólo a resolver el problema principal, sino también a relacionarse con el mundo de manera eficaz, favoreciendo así, un crecimiento pleno y feliz.
¿QUÉ TRATAMOS?
- Trastornos del aprendizaje
El trastorno de lectura, el trastorno de la expresión escrita, el trastorno del cálculo consisten respectivamente en un rendimiento inferior en estas áreas, que se sitúa por debajo de lo que se espera en función de la escolaridad, de la edad del sujeto y del coeficiente intelectual. Los problemas de aprendizaje interfieren en el rendimiento académico en general o en las actividades cotidianas que requieren lectura, cálculo o escritura. En los trastornos de lectura también llamada dislexia la lectura oral se caracteriza por distorsiones u omisiones, lentitud y errores en la comprensión de la propia lectura. - Trastorno de la escritura, disortografía, disgrafía
Es una combinación de deficiencias del sujeto para componer textos escritos, errores gramaticales y de elaboración de frases, organización pobre de los párrafos, grafía deficitaria, errores de ortografía. - Trastornos del lenguaje
Dentro de este apartado se incluyen el Trastorno del lenguaje expresivo, el trastorno mixto del lenguaje receptivo – expresivo, trastorno fonológico y tartamudeo. - Trastorno de atención con o sin hiperactividad TDA Y TDAH
Patrón persistente de desatención y / o hiperactividad-impulsividad, que es más frecuente y grave que el observado habitualmente en sujetos de un nivel de desarrollo similar. Esta dificultad se encuentra generalizada en el espacio y tiempo (pasa a cualquier lugar y todos los días) y consiste en la dificultad para mantener y regular la atención y una actividad motora excesiva.
Presentan también poco autocontrol dejándose llevar con frecuencia por sus emociones: ira, tristeza, ansiedad, alegría .. Suele tener como consecuencia dificultades escolares. - Trastorno de conducta y adaptación (Oposicionismo, ira, agresividad, impulsividad, inadaptación social o escolar…).
Consisten en una combinación de dificultades en atención selectiva, control de impulsos, control emocional y control del grado de actividad motora que se manifestará como una dificultad importante del niño para adecuar su conducta a las exigencias de su medio, no cumpliendo las expectativas de su medio, con el consecuente impacto emocional negativo. Aparecen conductas disruptivas, en que predominan síntomas de trastorno oposicionista-desafiante, trastornos de conducta, labilidad emocional y resistencia al acondicionamiento. - Trastornos de ansiedad. (Ansiedad de separación, ansiedad generalizada, fobias o miedos simples, trastorno obsesivo compulsivo, fobia social…) duelo, celos, rivalidad, autoestima y otros problemas emocionales.
El duelo es la reacción psicológica ante una pérdida. Se trata del impacto producido en las emociones, pensamiento, hábitos y en las relaciones sociales.
El nacimiento de un hermano o la sensación de celos con un adulto es un acontecimiento estresante bien por la pérdida de la afectividad o por la pérdida de la atención, el sentimiento de que las necesidades emocionales no son atendidas.
Los celos son una reacción adaptativa transitoria del niño y de los adultos, debido a la alteración emocional y comportamental, producida por un desequilibrio en la dinámica afectiva familiar.
Intentan recuperar la atención y el amor que les falta.
Los niños y los adultos experimentan miedos muy variados durante lo largo de la vida. La mayoría son pasajeros, propios de la edad o de una circunstancia concreta. Pero los miedos se denominan fobia cuando son: desproporcionados al objeto que la provoca, el cual es inofensivo y no comporta ninguna amenaza, y desadaptativos, ya que la respuesta provoca malestar o altera la vida cotidiana del niño. - Enuresis y encopresis
Encopresis consiste en la evacuación repetida de heces en lugares inadecuados, sea voluntaria o intencionada. Es más común durante el día que por la noche. El hecho de ensuciarse puede ser accidental (el niño trata de esconderlo) o deliberado (desafiante). La edad cronológica es al menos de 4 años. Las causas del encopresis se pueden dividir en dos grupos: el primero tiene una base fisiológica y el segundo parece tener una base emocional. Psicológicamente los niños suelen presentar perturbación y vergüenza, provocando baja autoestima. En algunos casos se muestran síntomas neuro-evolutivos, incluyendo falta de atención, hiperactividad, impulsividad, baja tolerancia a la frustración y descoordinación. En los síntomas biológicos, se observan con frecuencia dolores de estómago, largos periodos sentados en la taza del lavabo y estreñimiento crónico. Enuresis es la emisión repetida de orina durante el día o la noche en la cama, la mayoría de las veces es involuntario, pero en otras ocasiones es voluntario. Puede ser nocturna y diurna o ambas a la vez. Puede ser primaria, aún no se ha conseguido el control de la vejiga o bien secundaria, cuando la incontinencia reaparece después de haber conseguido un funcionamiento correcto, por problemas físicos o por factores emocionales. - Trastornos del desarrollo: TGD, TEA, ASPERGER
El término Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD) hace referencia a una perturbación grave y generalizada de varias áreas del desarrollo: relaciones sociales, comunicación (expresión y comprensión del lenguaje) y falta de flexibilidad mental con intereses, comportamientos y actividades estereotipadas. En la mayoría de los niños los síntomas son detectados antes de los 18 meses. Es importante detectarlos temprano para poder iniciar lo antes posible la estimulación global y por la prevención o tratamiento educativo de las conductas inadecuadas de estos niños. - Alteraciones del sueño (insomnio, pesadillas, terrores nocturnos)
Aparecen como consecuencia de alteraciones endógenas en los mecanismos del ciclo sueño – vigilia que a menudo se ven agravadas por factores de condicionamiento. - Trastorno de la coordinación motora
La característica esencial de este trastorno es la alteración significativa del desarrollo de la coordinación motora. Puede observarse cuando hay un retraso en la adquisición de los hábitos motores (caminar, sentarse, gatear,…), torpeza motora, caligrafía deficiente… - Psicomotricidad
La psicomotricidad es una disciplina que se ocupa de la interacción que se establece entre el conocimiento, la emoción, el movimiento y su importancia para el desarrollo de la persona, de su corporeidad, así como de su capacidad para expresar y relacionarse en el mundo que le rodea. Va dirigida tanto a niños sanos como los que sufren cualquier tipo de trastorno. Los niños, mediante sus acciones corporales consiguen situarse en el mundo y adquieren intuitivamente los aprendizajes necesarios para desarrollarse en la escuela y la vida, con los consecuentes efectos sobre la mejor capacitación para la adquisición de la escritura, la lectura, la comprensión, expresión y razonamiento y las matemáticas, indispensables para el éxito académico. - Trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia, fobia a tragar…)
- Depresión
ASESORAMIENTO PUNTUAL
En ocasiones, cuando los padres se encuentran ante situaciones problemáticas con un niño o adolescente, no saben cómo actuar.
Si el problema no es grave, podría resolverse en pocas sesiones, a través de la facilitación de una serie de pautas para el manejo adecuado de la situación, evitando así que empeore el problema.